martes, 11 de diciembre de 2012

Y por fin tengo trabajo

Ya era hora después de mucho buscar: ya tengo trabajo. El evento se hizo esperar pero ya pasó lo peor. La búsqueda de empleo es dura pero tiene una parte romántica y positiva. He conocido más Londres pateando las calles con los curriculums que de turisteo los fines de semana. Ahora que he dejado de ser "turista" me siento diferente. Dejo de ser el invitado que se maravilla con las luces de Picadilly a ser un eslabón más de conglomerado consumista.
La empresa contratante se llama Rainforest Cafe y se encuentra en Picadilly. Es un restaurante poco común, con decoración simulando una selva y con ánimo naturalista y ecologísta. A pesar de ello no deja de ser un restaurante de comida rápida de calidad media. Destaca la decoración interior que simula una selva tropical, con plantas, animales robotizados y ambientación sonora. Para los niños es una gozada, los adultos sufrirán sus precios.

En primer día ha estado cargado de misterio, por una parte las indicaciones sobre mi tarea fueron nulas por parte de los managers. Prácticamente me soltaron en el restaurante con los compañeros y estos me buscaron tareas que hacer en atención al cliente. De primeras realizé la recepción de la clientela y les guié hasta sus mesas. Resulta fácil si no salgo de lo establecido pero la afluencia de gente es tal que a menudo surgen problemas.

Con el idioma bien ya que de antemano, más o menos, ya sabía lo que los clientes preguntarían: sobre sus mesas, la reserva, el guardaropa, etc. Los acentos ingleses son horribles y hay gente que habla rapidísimo. Mi Sr. Cerebro tiene un respiro cuando alguna familia de habla hispana entra por la puerta. Y como no, ahí estoy yo para recibirlos y traducirles la carta. Esto no es casualidad, entro para sustituir a la única chica española del grupo de recibimiento, ella deja el puesto. También hay en el grupo franceses e italianos.

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